
Globalización… sin gobiernos?
Erik Vollstädt
Las líneas fronterizas en los mapas que delimitan y separan los países son sólo un mero constructo humano. Éstas barreras artificiales dificultan la interacción entre grupos humanos y muchas veces son el origen de conflicto entre éstos.
La cooperación entre personas se ve dificultada y se pierden paulatinamente los sistemas de trabajo y colaboración cultural de antaño.
La internet abre las puertas no sólo a un cambio en el paradigma de las comunicaciones desde cualquier parte del mundo, sino también a una evolución constante de los recursos que ofrece. Este año el mundo presencia el nacimiento de Bitnation, que busca reestablecer la comunicación perdida entre nosotros mismos a través de un sistema de autogobierno paralelo a nivel global.
Todos, sin excepción, compartimos un solo mundo. Limitar el intercambio internacional y la mezcla de culturas es equivalente a imponer silenciosamente a la civilización “cortinas de hierro” de papel. Felizmente, la comunicación mundial no posee éstas fronteras gracias a la revolución de las redes, y los obstáculos que significan los estados-nación están siendo dejados atrás progresivamente. Además, están siendo reemplazados por instituciones supranacionales como la ONU. Ésta serie de pactos internacionales están conduciendo el mundo hacia una verdadera integración político-económica global.
Algunos de los ejemplos más llamativos de ésto son el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (ATCI) y la Unión Europea (UE). Las zonas de libre comercio cumplen la función de unificar a todos los estados-nación a través de una dinámica participativa política – con el objetivo ulterior del establecimiento de un gobierno global.
Tal gobierno global supone la máxima amenaza para las libertades individuales: Cada región estará sujeta no sólo a las repercusiones que obsevamos hoy en día de las decisiones o políticas que se tomen en los estados dominantes, por ejemplo, la posible subida de la tasa de interés de la Reserva Federal de los Estados Unidos, sino a las consecuencias directas de éstas. Nuestro mundo es demasiado valioso para dejarlo en manos de un solo grupo de gobernantes – sean estos autocrátas, teocrátas o democrátas.
La anarquía como movimiento promueve la paz a través de la mejora de las libertades individuales del ciudadano común promoviendo el desapego de los sistemas de gobierno. A través de la ausencia de reglamentarios establecidos, no de reglas, las personas obtienen una serie de beneficios y/o recuperan los derechos dejados atrás a través del implícito “contrato social“ de Rosseau.
La vida cotidiana nos demuestra que el orden natural es posible si y solo si la mayor parte de una sociedad respeta el derecho a la propiedad privada.
Cada mejora del nivel y calidad de vida de la humanidad se da no por aquéllas personas que trabajan de acuerdo a los parámetros estalecidos, sino por aquéllas que se atreven a pensar diferente. Las buenas ideas no necesitan del uso de la fuerza, muy por el contrario, se establecen de acuerdo al nivel de persuasión que alcance la lógica y el racicinio detrás de ellas.
La pregunta es: ¿Quién se encargará de todas las funciones que solamente el gobierno solía realizar?
La respuesta es simple: La misma gente que solía construir las carreteras, educar a los niños o proveer servicios de defensa a los estados podrán hacerlo en el contexto del libre mercado, incentivados a brindar un mejor servicio constantemente de acuerdo a las leyes de la oferta y demanda.
En Bitnation proveemos una plataforma en la que se desarrollan servicios tradicionalmente ofrecidos por los gobiernos de manera voluntaria y sujetos a la libre competencia. A través de nuestro alcance global aseguramos que nuestros clientes gozen de servicios legales de alta gama sin importar el lugar de residencia o procedencia, convirtiendo las restricciones geográficas en asunto del pasado.
En lugar de esperar que aquéllos que organizan las políticas de gobierno a nivel mundial tomen las decisiones correctas, podemos tener cientos de proveedores diferentes que brinden un servicio similar de acuerdo a la comodidad del cliente. Nada de esto requiere el cumplimiento forzado de un código de derecho o la recolección obligatoria de impuestos, lo único que se necesita es el sentido común como guía racional de nuestras acciones.
Construyendo un mundo para todos alcanzaremos la paz y prosperidad necesarias para una sociedad que busque dejar atrás las fronteras, gobiernos y políticas que secuestren el desarrollo libre de la humanidad-estado.
Trackback from your site.